24/7/23

ANTI-GREASE

Nota: Algo que escribí por 2005 y que ¡pensaba que había blogueado ya! - No lo voy ni a editar. Salió a colación el otro día por un tema y aquí va.

Pues sí, escuchando ahora la banda sonora de Grease me doy cuenta de los destrozos que provocó en nuestra sociedad muy sutilmente, igual que todas las películas, programas de televisión y cosas varias procedentes de Estados Unidos que nos empezamos a tragar sin rechistar y sin cuestionar. Y de que yo era el antiprototipo del modelo adolescente ensalzado en la peli. Con razón me sentía la más insignificante del mundo.

Yo entonces no sabía inglés y tampoco mis compañeros de generación, del 7º curso de EGB (que ahora sería ESO, o secundaria, exactamente como el High School de la película). Pero, por supuesto, la película en general se entendía más que las canciones, y eso quedaba. Y si las canciones venían subtituladas y algún adolescente se entretenía en leerlas, aún más. Yo no sabría decírtelo. En esa época yo era una de las pringadas de la escuela y mi madre no nos dejó ir a verla cuando la pusieron en el cine. Fue una tragedia para nosotros, mis hermanos y yo. Además, desde nuestra casa se oía el cine de verano, lo que aumentaba más nuestra angustia.

Tras tantos y tantos años, después de verla veces y más veces en la tele, en inglés y en castellano, y después de cantar las canciones a grito pelado a los treintaypico, y abrir la puerta a un chico modernísimo que me había pillado en plena actividad cantarina y caérseme la cara de vergüenza... Concluyo que yo me salvé, me salvé del lavado de cerebro de la época. Aunque entonces lo sufrí, y me sentía la más desgraciada, me cuento afortunada.

Oigo aquella canción de Sandra Dee “lousy with virgini-tee”, y era yo, virgen hasta los 21, y como dice la canción, no fumaba, no bebía, y no muchas cosas más. Una desgracia de chica. 

Mis compañeras de generación tenían novios y no eran vírgenes. En algunas era más obvio, especialmente porque al acabar EGB se quedaron embarazadas. En otras no lo era, y yo creía que tenían novio, pero eran tan buenas niñas como yo. Hasta que una no se pudo aguantar la risa y tuvo que confesar, a los 20, que no era virgen desde los 19 (¿16?).

Entonces, ya teníamos, la primera cosa que echó por tierra la peli: a las pavitas que no se espabilaban. Ya saben mis amigos que me gusta disfrutar de la vida, pero no me parece necesario echar por tierra a la gente que no quiere follar, fumar, etc. a los 14 años, porque, realmente, NO es necesario. Y, la verdad, creo que estoy mejor como estoy ahora, que con una hija ya casadera. Aunque tampoco digo que las que tuvieron un bebé en la adolescencia sean desgraciadas. Solo que deberían haber tenido la oportunidad de elegir, de reflexionar.

Otro sector perjudicado: abajo la FP; esta vez con la cancioncilla de “Beauty School dropout”, que el tío del frac blanco le canta a la chica que está estudiando peluquería (que digo yo que qué tiene de malo) en lugar de ir al instituto. Lo dicho, el del frac blanco, que también hay que tener cojones para creérselo, le dice torpe, le dice de todo a la pobrecilla, y que vuelva al instituto. Total, porque la chica quiere ser peluquera. Precisamente lo que yo quería ser por entonces. Y precisamente FP fue lo que hice entonces. Y ni siquiera pude hacer peluquería; no había la posibilidad cerca de mi casa.

¿Y la inconsistencia? O sea, que tienes que ser chica mala (pa' buscar marido y si te quedas embarazada no pasa nada y casi mejor) o bien ir al insti y a la universidad; todo, todo, por cuestión de prestigio. No queda claro si se podía hacer las dos cosas. O si todas esas del instituto que tenían que fumar y ligar mucho llegaron alguna vez a la universidad y, en caso contrario, ¿se pasaron a FP?