14/2/10

Mi poema nº 20

20
Atascas con tu vómito el lavabo
de ese hombre que te ha dicho,
hace un rato, cásate conmigo.
Y meses después recuerdas
que nunca sabrás
si lo decía en serio,
porque tu respuesta refleja
fue levantarle el dedo corazón,
la barbilla y las cejas.
Porque, si verdad, era cruel y tardía,
y esa era la única respuesta.
Y, si una broma, de muy mal gusto,
o sea que, realmente,
era la única respuesta.
Así que quizás tu cuerpo quería
verlo agachado
y desmontado la tubería,
que se riera y comprendiera
y te cuidara cuando
no sabes cómo
te metiste en la cama.
Y al despedirte por la mañana,
te dijera satisfecho:
hemos cenado bien, nos hemos reído…
"…hemos vomitado", añadirías tú,
sin acabar de creer que
efectivamente, así había sido.

Los libros me hablan

Hoy me he levantado feliz. Un poco de descanso, un poco de no hacer nada –tan necesario–, un poco de escribir. Un mucho de cantar –ayer tard...