27/2/17

Tópicos y complejos

La próxima vez que vaya a Madrid voy a instruir a mis amigas para que no digan que vivo en Barcelona. Digamos que vivo en Berlín. ¿Por qué siempre que vienes de Barcelona alguien intenta hacer que te sientas bien diciendo lo mucho que les gusta o cualquier otra gilipollez que no necesito oír? Yo he elegido Barcelona por razones que a nadie le importan.

¿Por qué se tiene la necesidad de comparar las dos ciudades? 

Todo ello viene a acabar en que la gente en Madrid es mucho más abierta. Mucho más fácil hacer amigos. 

Y entonces tú sonríes y dices: "De toda la vida". Porque si siguen pensándolo y recalcándolo, ¿para qué discutirlo?

Ayer el detonante fue (qué interesante, qué novedoso) que X ha vivido Y años en Barcelona y ahora en Madrid no le preguntan "¿Qué haces aquí?". Considera la hablante que el aquí es excluyente. Marcando territorio. Fíjate que malos los catalanes. 

Yo no soy catalana de nacimiento. Y, a un sueco en Barcelona, sí, le suelo preguntar qué hace aquí (más que por el aquí, por el a qué te dedicas). Si el nuevo es de Asturias. ¿Está más feo que le incluya el "aquí"? ¿Significa que lo estoy haciendo de menos? 

Si eliges para vivir cualquier otra ciudad de la geografía peninsular que no sea Madrid o Barcelona, nadie pregunta ni justifica ni se interesa. 

Pero date cuenta, hablante, que X hace año y medio que vive allí y tampoco allí tiene amigos. ¿Le sirve de mucho que no le digan el infame "aquí"?



Recorda

Sigues qui ets i no et vulguis assimilar ni pertànyer. No diguis allò que creus que l'altre vol sentir perquè possiblement t'equivoquis i algú t'haurà sentit arguments contradictoris sobre el mateix tema en moments diferents de la teva vida. I et coneixeran i no tindràs credibilitat. Ni personalitat.
Callar és bo. Escoltar i observar també. 
Somriu.