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21/10/22

Objetivos, diu

"Hay que tener objetivos, planes, sueños", me dijo alguien el otro día. Yo me quedé en blanco, como culpable.

mujer

Cuando yo veo ofertas de tareas que podría hacer en teoría, que me llegan de agencias a las que alguna vez he solicitado, o por alguna plataforma para traductores... Lo que más veo ahora es "subtitling, voice artists, transcription" y todo lo relacionado con lo audiovisual. Que estará bien para los que están preparados, o lo estaba antes de que hubiera el "boom".


Porque, por mis amigos que se dedican, sé que lo que ofrecen estos nuevos es calderilla. 💸

Pero ay, podría hacer una lista de títulos de mensajes que nada más verlo ya me canso o lo descarto. A veces lo busco a ver qué es, pero lo que sé es que no quiero hacerlo. Ejemplos de hoy: "social media listening, handwriting project".

Para los que aún tienen sueños... Mi sueño era ser mujer independiente y lo he conseguido. Hasta cuándo es la incógnita.
Si mi sueño era ser traductora y pensaba que se había cumplido. Cuando ese sueño se va al garete... 
¿Qué hace una? ¿Dónde se buscan los sueños? ¿Es pecado no tener sueños? ¿Me va a multar la policía de los sueños?

Ya puestos que me enchironen. Así me ahorro el alquiler y el autónomo y puedo solo escribir.
¿Es ese mi sueño? 
 
***

PD: el que me dijo lo de los sueños, cuando conocí su situación, entendí por qué. Ahora, si tengo que definir mi objetivo (otra manera de decir sueño en este mundo de lo positivo) y este puede ser abstractito: pues tener una buena vida, lo más tranquila posible, y disfrutar del momento.

unicorn on computer

8/9/16

Miedos y deseos (sueños raros)

No sé por qué titulé este borrador "miedos y deseos". Esto fue un sueño y obviamente en aquel momento -(hará unos cuatro años o más) lo interpreté de ese modo (el miedo prefiero no analizarlo ahora, el deseo lo veo un poco más clarito). Pero lo he releído esta noche y me ha sorprendido que el trozo del ascensor-vagón. La otra noche le conté a mi madre, igual, que en mi edificio habían cambiado el ascensor y se abrían unas puertas de cristal y se iba hacia un lado, subía en espiral alrededor del edificio, como si fuera un metro. Dale con el ascensor horizontal. Y en modo tren. La única cosa de la realidad que se corresponde con estos sueños es que yo a veces me equivoco cuando pienso en esperar el ascensor, por ejemplo, para bajar (para subir, no tanto). Digo, ay, es que me da pereza esperar el autobús (vamos, que prefiero bajar a pata). Y entonces no es un metro, porque al metro no se le espera tanto.
Desear tener un ascensor más rápido no es el deseo oculto, no. Me carcajeo.
Y ya puedo dejar aquí abajo el sueño de aquel día, que no publicaría, porque... pues tampoco es una historia que signifique nada para nadie. Solo que me gustó la imaginería. Soy mucho más de forma que de fondo.

****
Todo empieza con que mi amiga M está aquí de visita, y vamos a comer en un restaurante de hotel, y luego quiero ponerme el mismo conjunto de hace quizás dos sábados, pero el pantalón no me cabe. Esta es la parte del miedo o casi realidad del sueño, perder lo que he ganado (o ganar lo que he perdido, según se mire). Pero qué conjuntadas y monísimas acabamos yendo M y yo.
Pues luego vivía en un hotel, en mi mismo edificio. Mi hermana subió por el ascensor normal y yo me subí en otro muy ancho que resultó ser un vagón que pasaba horizontalmente por la planta baja del hotel y el restaurante del mismo. Después de este viajecito, me subí en el ascensor normal, donde había una señora que ocupaba la mitad, vestida en la misma tela gorda y gris del tapizado del ascensor.
La habitación era más grande que mi piso actual, con camas cuadradas de cuero azul y marrón, y yo llamaba a mi hermana, que estaba escondida y casi no hacía bulto bajo las sábanas y edredón, muy en el centro de una de las grandes camas. Cuando iba al baño vi que no era un baño sino otra habitación pequeña, con camas normales. Había gente que pasaba por allí… de vez en cuando. Me preguntaba por qué debía soportar los ruidos y la luz.
Luego había otras “vacaciones” con mi hermana y algún primo y nos encontramos a F y a su hermano mientras vamos a hacerle una ecografía a mi madre, con prisa porque se nos hace tarde. Nos íbamos a un sitio lejano para mis estándares de los últimos años. Yo llevaba un teléfono de repuesto y era finito y blando, que tenías que poner la mano debajo para poder manejarlo. Y cuando tomabas una foto de algo, digamos, de una falda, aparecía tal cual, y yo pensaba que era un gasto de materia prima fenomenal. Fatal para el medio ambiente.




El hombre de las mascotas

 —Mira a ese hombre que entra con el conejo de peluche. Se subió un día a mi autobús cuando salía del trabajo en la oficina del correccional...