Mediante este acto del habla
que tan bien definió Searle en su momento,
os declaro a vosotros cinco,
churros recubiertos de chocolate crujiente,
mientras camino pizpireta hacia el hogar
dulce hogar mordisqueándoos,
mi cena.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
El hombre de las mascotas
—Mira a ese hombre que entra con el conejo de peluche. Se subió un día a mi autobús cuando salía del trabajo en la oficina del correccional...
-
Este uno de octubre nadé en el mismo mar en que nadaba, en mi otro país, solo en verano. El uno de octubre allá solía estar más ocupada. Dem...
-
Tot comença quan trobo aquesta cita a una llibreta d'una tenda de ximpleries. Que m’enamora perquè penso: Sí, em puc comprar un ram ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario